miércoles, mayo 30, 2007

HACER EL AMOR…

En cierta ocasión escuche en una película “una verdad muy verdadera”… Era más o menos así: “¿Por qué crees que le llaman ‘hacer el amor’?... Es, quizá, porque se trata de hacer existir ese amor cuando los dos están y no están juntos…”

Recuerdo la vez que tuve mi primera experiencia sexual… A pesar de que nuestra relación ya llevaba algún tiempo, en realidad a ella no la conocía mucho y probablemente la estimaba más como una amiga que como algo más… Aunque la sensación física de tener su cuerpo resultó muy placentera, quizá la emoción de sentirse querido y amado por ella fue mucho más deliciosa que el deseo carnal, y, créanlo o no, sentí envidia de que ella si hubiese tenido ese “algo más” que da el sexo combinado con el amor… Luego de aquella vez, mi empeño por buscar ese “algo más” ha sido mucho más persistente que buscar la simple unión de dos cuerpos…

Desde entonces me preguntaba si realmente existía ese placer emocional, si era tan fuerte y delicioso como suponía, y si realmente estaba separado del placer físico… Y bueno, luego de tanta búsqueda sin sentido creo que encontré –al menos hasta ese día- lo que andaba buscando…

Esta chica era –bueno, aún lo es- algunos años menor que yo, y en ese tiempo ella aún no descubría muchas cosas de la vida… A pesar de que solo teníamos un par de meses de conocernos, apenas bastó una noche para encontrarnos el uno al otro… Nunca llegamos a la relación sexual, pero con solo sentir como nuestra piel temblaba cada vez que nos tocábamos, ver su respiración acelerarse cada vez que me acercaba, o escuchar y decir un “te quiero” apasionado al oído fue suficiente para saber que no hizo falta desnudarla y poseerla para sentir el mayor placer de nuestra vida…

Ahora considero a esa noche como mi verdadera “primera vez”… Talvez es por eso que le llaman “hacer el amor”…

lunes, mayo 21, 2007

EN VERDAD LA QUIERO…

Los recuerdos de una conversación que no se ha dado todavía…

- ¿Y entonces, Diego? ¿Nos vamos a verla el fin de semana?
- No se… Aún tengo algunas cosas que hacer en la oficina… Aunque te confieso que ganas no me faltan…
- En verdad que esa mujer te dejó entusiasmado… No se puede negar que es linda la muchacha!!…
- Si, es linda… Pero tú sabes que a las chicas de fuera de la ciudad siempre les falta…
- Cultura y educación… Si, yo también lo he notado… Nuestro trabajo nos permite conocer muchas realidades de las que el común de la gente ni siquiera se imagina…
- Muchísimos pueblos olvidados de nuestro querido país…
- … aunque creo que esta vez te equivocas…
- Explícate mejor…
- Verás… Analizando a los habitantes de muchos de los lugares que hemos visitado, y comparándolos con ella, Mónica es definitivamente diferente…
- ¿Diferente?
- Si… Ella se destaca sobre el promedio… Puede ser que le falte conocimientos, pero en nuestro país eso es propio de la educación que reciben fuera de las ciudades principales…
- Bueno, si, eso ya lo sé… ¿Pero qué tiene que ver eso con Mónica?
- Pues que a ella no es que la falte cultura y educación…
- Mmmm… Ya veo a donde quieres llegar, pero te dejaré terminar de todas formas…
- … simplemente ella ha vivido en un ambiente donde la “educación formal” no es del nivel al que nos hemos acostumbrado…
- Si, ya había llegado a esa conclusión hace mucho… Por eso es que me atrajo tanto…
- Te dejó embobado, diría yo…
- Jeje… Si, puede ser…
- Entonces, ¿qué esperas?... ¡Róbatela y tráetela a Quito!… Le arriendas un departamento pequeño y le das para los gastos del mes… ¡No te sería difícil hacerlo!…
- ¿Te das cuenta de lo que me acabas de decir?
- ¿Qué? No te hagas el santo conmigo… No serías el primero ni el último que se trae a una chica de pueblo… ¿A poco no le tienes ganas?
- Claro que le tengo ganas… Como hombre, no es posible resistirse ante una mujer tan espectacular como ella…
- ¿Entonces? ¿Qué te detiene?
- Dos cosas, que en definitiva terminan siendo la misma: mi forma de ver la vida y mi forma de verla a ella…
- ¡ ¿…? ¡
- Si, es cierto que quiero que ella esté conmigo, pero yo también tengo que estar con ella… Quiero sacarla de su casa y traerla acá a Quito a vivir juntos, pero no para saciar mi impulso sexual… Quiero traerla a que termine su carrera aquí, ayudarla, pulirla, hacer de ella el diamante que verdaderamente es… No, mi amigo… Yo no quiero robármela… Si la saco de su casa no será como mi amante, como alguien a quien se la pueda utilizar cada vez que le “tenga ganas” y después dejarla o botarla cuando más me necesite… Ella no será una de tantas que las enamoran, las sacan de sus pueblos, las llevan y las usan hasta que les hacen un hijo, y luego las dejan y se van como si nunca hubieran existido… Si la saco de su casa será como la persona con quien quisiera envejecer a mi lado; como la persona a quien le entregue mi vida entera sin el miedo de ser herido y traicionado, SIN EL MIEDO DE HERIRLA O TRAICIONARLA; como la persona a quien en verdad le de mi corazón y mis sentimientos… Si la saco de su casa, será como mi esposa, como mi mujer… como mi amor de verdad…

viernes, mayo 11, 2007

PASA CONMIGO ESTA NOCHE...

Hace muchos años conocí a una persona que se volvió escencial para mi durante muchísimo tiempo... Luego de pasar y vivir muchas cosas juntos, me separé de ella y prometí no volver a verla jamás... Sin embargo, hace unas semanas volví a encontrarla... Un par de copas después, ambos volvimos a cruzar palabras y frases sin sentido... ¡¡Las cosas que solamente unos vasos de whisky pueden lograr despues de muchos años!!...

Entre copa y copa, algo me inquietó mucho. Su forma de hablar y de actuar no eran las que conocía... Al cerrar la noche la llevé a dormir, pero cuando quise irme me agarró de la mano:

- "No te vayas... Quédate conmigo esta noche..."

- "No, no puedo.... Déjame ir, por favor..."

- "Diego, ¡¡duerme conmigo!!... ¡¡Duerme a mi lado!!... Por favor, pasa conmigo esta noche..."

Y agarró mi mano e hizo que la abrace...

Me resistí un poco, pero al final, me resigné y me acosté junto a ella... La abracé, al inicio, sin quererlo. Aún media adormilada comenzó a hablar :

- "Duerme conmigo... Quédate junto a mi..."

- "Estoy junto a ti, niña..."

- "Pero no quiero que te quedes conmigo esta noche... Quédate conmigo siempre... Cásate conmigo... No me dejes sola nunca más, por favor..."

- " ¿....?"

Se que ella lo dijo no porque me quiera, sino por despecho a aquella persona de quien se enamoró y que ya no puede volver a tener... Pero me puso a pensar: ¿que habría pasado si esas mismas palabras me las hubiese dicho un par de años antes?... Talvez no lo hubiese pensado dos veces...

Ahora ya no puedo considerar su propuesta... A pesar de que aún la estimo, se que no me quiere... Nunca lo hizo como yo... Los años no pasan en vano, y ella ya no es importante en mi vida... Ambos cambiamos, maduramos, crecimos... Ahora ya no soy el "niño bueno" que ella conoció...

Pero hay algo en lo que tuvo razón: yo tampoco quiero volver a estar solo... Yo tampoco quiero volver a pasar solo esta noche...